¡Es propaganda, estúpida!

Así gobiernan. Para ellos y los suyos. Provocan incendios y gritan ¡Fuego!. Alarma social y solución al problema al mismo tiempo. Ingeniería política para cambiar la arquitectura social. Experimentos de sus laboratorios de ideas. No importan las victimas. Todo vale. Se trata de avanzar en su revolución conservadora.

El último daño colateral, la profesión docente. Se dice pronto. Todo el profesorado puesto en la piqueta. Sometido al escarnio público. No saben de lo que tendrían que saber. Escriben con faltas de ortografía. Además, les falta sentido común. No son capaces de resolver problemas de simple lógica. Gran tema para mofas en tertulias televisadas y de café. Carnaza para columnas exigiendo aprender antes de enseñar.

El arma tan poderosa, un informe. Terribles hojas que recopilan las respuestas de los aspirantes a las plazas de maestro del 2011. Unas pocas páginas para informe sin firmar que pasará a la historia. Quedarán para las hemerotecas las portadas. Por eso la filtración a medios escritos. Una relación de anécdotas elevada a categoría.

Es simple pero eficaz. Nada que decir de la inversión, recorte de profesorado, eliminación de becas, del empeoramiento de todos los indicadores educativos, de la falta de plazas públicas, de la eliminación de la formación continua, las políticas erráticas. Todo tapado por el humo posterior a la bomba. Pan y circo. Jugada genial. Se ha dado con la gran clave de la educación en España. Una nueva victima propiciatoria. Ecuación de una sóla incógnita

El profesorado. Elegir a los mejores. No como hasta ahora por examen y capacidad. Cambiar el acceso a las lista de interinos para los centros públicos. Sin igualdad. Todo para elegir a dedo, ahorrar en antigüedad, eliminar la didáctica de la formación inicial. El procedimiento no es nuevo. Hace 10 años, un informe sobre armas de destrucción masiva justificó una guerra. Los daños colaterales los conocemos.